De acuerdo a evaluación técnica previa el interior de los tanques de bombeo y de reserva de nuestra vivienda se encontraban con evidentes deterioros.
Las aislaciones hidrófugas se hallaban en gran parte desprendidas.
Este desprendimiento hacia que los tanques no fueran impermeables, por consiguiente la penetración del agua en zonas rugosas, eran caldo de cultivo de bacterias. Las limpiezas y desinfecciones periódicas no tenían efectividad alguna.
En casos el deterioro era tan importante que el fluido traspasaban las paredes del tanque.
La acción del agua fue aflojando el revoque grueso, los hierros sufrían la acción de la corrosión, comprometiendo la integridad de la armadura y por lo tanto la resistencia estructural de todo el tanque. Los restos de revoque y arenillas, se depositaban en las llaves y conductos de distribución. (tenemos documentación gráfica al respecto.
En función de la calidad del agua que estábamos consumiendo recibimos informes bacteriológicos que nos hizo llegar una vecina. El mismo determinaba que la misma no estaba en condiciones para el consumo humano.
Para solucionar estos problemas y para que el edificio cumpla con la Ordenanza Municipal respecto a calidad del agua, se hicieron necesarios los trabajos correspondientes:
1) Picado total del revoque existente.
2) Profundización de las fisuras.
3) Sellado de las mismas con Sika-Flex 1A.
4) Reconstrucción del revoque hidrófugo en su totalidad.
Fueron 8 los tanques (3 de bombeo y 5 de reserva); reparados en 3 etapas.
Como complemento de los trabajos y aprovechando el corte de suministro de agua se instalaron nuevos asientos de bombas, se cambiaron bombas centrífugas deterioradas, se cambiaron vàlvulas y llaves de corte obsoletas. Se calibraron los cortes automáticos.
Sabemos de las molestias que causa el corte de suministro del agua.
Era prioritario ejecutar esta tarea.
Hoy podemos decir que en la Mansión de Flores consumimos agua potable.
13/09/10 COMISIÓN ADMINISTRADORA DE LA MANSIÓN DE FLORES
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